La ciudad de los árboles - Mägo De Oz: текст песни id 412509
Icémi vista y no sin esfuerzo, me incorporéestirando mis entumecidos huesos.
Lo que vi me causótal impacto que aún hoy después de tantos años hace que la
sangre huya despavorida de mis venas. El paisaje había cambiado totalmente.
A míalrededor cientos de árboles de todas las clases y tamaños parecían
sacudirse de encima su obligada inmovilidad. Las ramas en un ejercicio
imposible arrancaban la corteza de cada árbol. Y como en un alumbramiento
embrujado o un parto sobrenatural, del interior de cada árbol empezaban a
asomar cabezas y cuerpos con forma humana… De alguna forma que aún no logro
entender, me encontraba en el interior de un bosque encantado. Un bosque que no
estaba en los mapas, en un rincón del mundo donde la magia y la brujería
moraban desde que la vida era joven.
En ese mismo instante la misma voz que me había despertado empezóa susurrar con
una cadencia que jamás antes había escuchado la historia del lugar en el que me
hallaba.
Estás en la Ciudad de los Árboles. Asíllamamos, los que aquímoramos,
a este bosque mitad purgatorio mitad cementerio de personas que después de
morir han sido condenadas a pasar el resto de su existencia convertida en
árboles. Sólo se les permite recobrar su forma humana en las noches de luna
llena. Son personas que como tú, antes de morir, tiraron por la borda su vida,
sus sueños y despreciaron el don más grande que jamás ningún ser,
excepto el humano, tuvo jamás; El Amor. Amor a los demás, a símismos,
a la vida, amor a luchar y perseguir tus sueños.
Las voces vaciaron de silencios aquel paraje maldito y mientras la luna se
abría paso a codazos por entre las nubes, poco a poco se fueron acercando hacia
míaquellas almas desgraciadas, aquellas almas en pena. Y asífue como cada una
me contósu particular historia…
Érase una vez
hace mucho tiempo ya
un reino perdido en un lejano lugar.
La noche se rindió
al sueño de la eternidad
ritos, brujería, almas buscando la paz.
No duermas, no entres, no mires atrás
no grites, no escuches, no reces no te servirá.
La noche da paso al ritual
despertando la maldición
el bosque estáhechizado por el mal
hay luna llena protégete.
Cada alma en pena
es un árbol condenado
a convertirse en ser humano
y buscar la luz.
Difuntos, no muertos, con una historia que contar.
Sus ojos son pozos de dolor
madrigueras de pena y tristeza
embalses de estancada soledad
y cada árbol es su ataúd.
Bienvenido a la ciudad
de los árboles perdidos
donde nada es lo que ves
donde nada es realidad.
Has llegado a la ciudad
al país de los perdidos
donde cada anochecer
se oyen árboles llorar.
La noche da paso al ritual
despertando la maldición
el bosque estáhechizado por el mal
hay luna llena protégete.
Bienvenido a la ciudad
de los árboles perdidos
donde nada es lo que ves
donde nada es realidad.
Has llegado a la ciudad
al país de los perdidos
donde cada anochecer
se oyen árboles llorar.
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